Carina Casanovas, Cáncer de mama, Barcelona, España.

Cáncer de mama

"Y la vida sigue, con normalidad y con ilusión, aprendiendo y disfrutando cada momento presente. ¡GRACIAS VIDA!"

Carina Casanovas

Carina Casanovas

Imagen de perfil de Carina Casanovas, Cáncer de mama, Barcelona, España

Mi nombre es Carina Casanovas y mi historia es a la vez única y muy parecida a la de demasiadas mujeres.

Mi profesión ha sido el acompañamiento a personas para el desarrollo de la Autoestima (Louise L. Hay Teacher Training, 1995 USA), la Atención Plena (Mindfulness) P.N.L., Coaching…  Creo que nuestro cuerpo puede expresar síntomas y enfermedades que tienen que ver con creencias mentales y patrones emocionales, que nuestra mente, emociones y cuerpo es un todo energético y vital. A la vez también creo que existe un misterio más allá de nuestra búsqueda de respuestas en el porque nos pasa lo que nos pasa.

A principios de 2015 año empecé un proceso terapéutico para traer más comprensión a mi historia sentimental, me sentía preparada para profundizar una poco más en mi propio camino de sanación de vida: mi infancia, relación con mis padres, estilo afectivo, maternidad, diferentes parejas… Mi mente y mi corazón necesitaban más claridad, paz y amor.

Fruto de mi proceso terapéutico en junio terminé la relación de pareja en la que estaba. Los últimos años habían sido de insatisfacción sentimental, estrés profesional, cambio de vivienda…. Sentía que avanzaba en un camino de más claridad y comprensión de mí misma.

Mi diagnóstico llegó en octubre de ese mismo año, después de un verano de tranquilidad lleno de sol y playa. Un “inocente” lipoma subcutáneo resultó ser cáncer de mama. Sin antecedentes familiares, con revisiones anuales ginecológicas, hábitos de vida y de comida saludables, incredulidad… estado emocional de shock. Creo que estaban más asustadas mis personas queridas que yo, a mí me parecía ser la protagonista de una película de miedo y,  a la vez, viéndola desde el patio de butacas. No podía ser cierto, esto les pasaba a “otras” mujeres….

Pero sí, era cierto, me estaba pasando a mí….

Recuerdo ese otoño, caían las hojas de los árboles y caían mis lágrimas después de la mastectomía y ante ese “Yo… ¿cáncer?  Fue difícil… cómo comprendía a las mujeres que lo habían pasado o lo estaban pasando….

Me dije que la transformación de mi vida se aceleraba con nuevos desafíos y que empezaba a transitar por un proceso de salud para todo mí ser. Toda mi formación y experiencia me ayudaría a “rendirme” a aceptar lo que “es”. Sabía que no quería “luchar” contra lo que estaba viviendo, quería disolver con amor cualquier negatividad en mí que pudiera haberlo hecho posible. Y sobre todo, aprender de la experiencia, crecer y transformarme con ella.

De Louise L. Hay aprendí a trabajar en positivo con la mente: “Sí, a esto que estoy viviendo.  Estoy llena de salud.” Sin juzgar…aprender a amar lo que es… sea lo que sea. Aceptando y expresando lo que iba sintiendo, con compasión y ternura hacia mí.

Me gustan las metáforas y me dije a mi misma que ese otoño me tocaba desprenderme con dolor y tristeza de esa querida mama que había formado parte de mí desde la adolescencia y alimentado a mi hija Aina durante 18 meses, (alternando con la otra mama, ahora la única), de la misma forma que la naturaleza se desprende de flores y hojas.

Luego llegaría el invierno la quimio, que como un viento frio y desapacible, haría caer mi cabello y  me invitaría a refugiarme en casa y a subir las cuestas y escaleras despacito, sintiendo mucha empatía por todas las personas ancianas o con algún impedimento físico. Que cerca me sentía de ellas…. Durante ese otoño e invierno de días densos y grises, descubrí en  mi interior fuerzas para abrir las ventanas y dejar entrar rayos de sol y regalos agradables inesperados y valorar las pequeñas cosas que tanto damos por descontadas. Cada día es valioso, incluso con dolor y tristeza, también es VIDA. Seguí entrenando  el AGRADECIMIENTO: historia personal, capacidades propias, personas, médicos,…… tenía mucho para agradecer también en esa situación difícil.

Foto de la historia de salud de Carina Casanovas, Cáncer de mama, Barcelona, España

Y por fin, llegaría la primavera, cuando la naturaleza renacería, florecería y con ella yo misma. ¡Recuperada en cuerpo, alma y corazón! Bonita primavera la del 2016 en que mi vitalidad resurgió y floreció animada y alentada por mi mente y mi corazón. ¡Cómo observaba y agradecía cada pequeño indicio de recuperación de resistencia física, sobre todo en cuestas y escaleras!

Llegó el verano con su esplendor de luz y sentí que mental y emocionalmente ya tenía la fuerza para decidir reconstruir la mama y devolver a mi cuerpo una imagen de normalidad, con la que sentirme más yo misma y a gusto. ¡Qué ilusión recuperar lo que se llevó con dolor el otoño anterior! El punto final de este tiempo de recuperación y reconstrucción a la normalidad corporal y emocional fue descubrir y conocer a una mujer valiente y decidida que hace años pasó algo parecido y decidió crear lo que seguía faltando en su mama reconstruida, (lo mismo que en la mía) al no querer agredir a su cuerpo con ninguna operación más: su pezón. ¡Ella aprendió a fabricarlos! Y creó el conjunto Areola-Pezón PINK PERFECT, de suave silicona, cómodos y con un aspecto muy natural. ¡Otro agradecimiento más a mi lista!

Cuando publico mi testimonio en KURERE, otoño 2019, 4 años después del diagnóstico, mi salud es buena y en esta etapa de madurez cada día es un regalo que vivo con gratitud, amor, alegría. Me hice socia de CMM para ofrecer todo mi apoyo a esta Asociación que trabaja para dar a conocer la gravedad de la metástasis del cáncer de mama así como recoger fondos para su investigación.  

Y la vida sigue, con normalidad y con ilusión, aprendiendo y disfrutando cada momento presente. ¡GRACIAS VIDA!

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