Vicky Bellido, Adicción y toxicomanía, Jaén, España.

Adicción y toxicomanía

"Optimista, ilusionada y con ganas de vivir"

Vicky Bellido

(Persona que cuida)

Vicky Bellido

Imagen de perfil de Vicky Bellido, Adicción y toxicomanía, Jaén, España

Yo soy Vicky, vivo en Linares, Jaén, tengo 54 años, soy comercial y tengo una hija.

Era una persona normal y corriente, con muchas ganas de vivir, con mucha ilusión hasta los 20 años que conocí a una persona en mis vacaciones de verano que era el más guay de la pandilla. Como pasa mucho a las mujeres jóvenes, el que más resalta es el que te más te llama la atención.   Se reían de mí porque no bebía, eso me creó muchos traumas. Me había metido en ese mundo y como no hacía lo que hacía el resto, me hacían sentir culpable, me decían que conmigo no se podían divertir. Llegué a hacer lo que los demás, suerte que no me gustó. 

 Mi padre se enteró y no le gustaba nuestra relación, intentó evitarla sin éxito, siempre ha sido muy protector y ha estado muy pendiente de nosotros. Y yo muy rebelde.

Con 21 años estaba trabajando de administrativo en un colegio en Jaén, donde vivia con mis padres, y debido a la presión, me fui de casa, dejando una nota a mis padres. En un mes nos casamos, a la boda no vinieron mis padres y mi hermano a regañadientes.  Dejé el trabajo porque decía que quería estar conmigo y sino que no podía verme. Me convenció para dejar el trabajo y ahí empezó mi dependencia emocional, estaba muy enamorada y solo veía por los ojos de este hombre.

Estuvimos mucho tiempo sin tener hijos, 8 años, yo con trabajos esporádicos. Salíamos a menudo. En el año 1996 nació mi hija. Siempre estaba justificándolo  pero, llegó un momento que fue el desencadenante y que me hizo ver que no podía continuar así. Fue cuando murió mi madre en el año 2004. En ese momento pensé que no podía seguir así, que tenía que acabar.

Me puse a buscar trabajo y encontré uno de comercial, yo que era muy tímida y estaba completamente anulada. Encontré la fuerza para salir en mi hija. Empecé a trabajar y entre semana me quedaba con mi padre en Jaén y volvia los fines de semana, hasta que a los pocos meses nos separamos definitivamente. Después de 15 días sola con mi hija mi cara era otra. Es la vida de la codependencia, tu vida no exise, vives pendiente siempre de la otra persona.

Al poco tiempo, no sé si es que hay personas que buscamos un perfil determinado o qué, pero coincidí con una persona con el que encontré afinidad, me dijo que era alcohólico y que lo había dejado. Me quedé alucinada con su experiencia y enseguida me vi envuelta en otra relación con otro adicto. Al poco tiempo volvió a beber. Volví a caer en lo mismo, quise ayudarle, quise que fuera a un centro pero él no quería. Fue una relación diferente, yo no vivía con él pero, a los 4 años cedí y empezamos a vivir juntos.  Fue el peor año de mi vida y, lo que es peor, el de mi hija. Ahora me rio porque soy muy positiva pero ¡madre mía!

Seguimos juntos pero no nos separamos definitivamente y lo convencí para ir a la asociación ALAC. Estuvo un año pero fue por acallar bocas, cada vez que hablaba yo, él se cabreaba y me tenía que callar para que siguiera yendo y no abandonara la terapia. No llegó a un año y se quiso marchar pero en la asociación me dijeron que no yo no me marchara, que tenía una enfermedad que era la codependencia. Hasta ese momento yo estaba mal, no era positiva ni tenía alegría, ni tenía nada. Me dijeron que me quedara, que cada uno allí tiene su silla y que tiene que mirar para si mismo y curarse de su enfermedad.  Una de las mejores decesiones de mi vida.

"La codependencia es una enfermedad típica del familiar donde pedir ayuda en una asociación puede ser la solución."

Foto de la historia de salud de Vicky Bellido, Adicción y toxicomanía, Jaén, España

La codependencia es una enfermedad típica del familiar, cuando el adicto está en rehabilitación sigues pendiente de esa persona y lo tienes que apoyar hasta que se pone en tratamiento, una vez que está en el tratamiento el sigue su rehabilitación y tú la tuya, porque el familiar también tiene que rehabilitarse, ha dejado de hacer un montón de cosas por haber estado pendiente de la persona adicta. Es una enfermedad de la que es difícil salir y que siempre puedes volver a ella.

La relación duró poco, en la asociación me sentía cada vez mejor. Me ayudaron mucho otras mujeres que allí estaban y me formé mucho en temas como el de la igualdad. Escuchar a personas que pasaban por situaciones similares me ayudó mucho y también la psicóloga de la asociación. Tardé mucho porque tardé en participar y al principio, en las terapias, salía peor de lo que entraba, porque no soltaba lo que llevaba dentro por miedo. Poco a poco volví a sentirme como la persona que tenía 20 años, alegre, con ganas de vivir y mi hija también mejoró mucho porque ella también sufrió mucho.

En la asociación conocí a una persona  a quien nunca olvidaré. Ahi encontré a mi  actual pareja, llevamos cuatro años juntos, con altibajos porque a esta edad y con todo lo vivido no es fácil compartir tu vida pero intentándolo dia a dia.. 

El familiar, si lo está pasando mal, también tiene que pedir ayuda en una asociación. Si la persona adicta tiene un problema y no quiere mirar por ella, es uno mismo el que tiene que mirar para si mismo, para salir de donde está. Es lo mismo que una persona que es víctima de la violencia de género, hay que pedir ayuda, que la vida es muy bonita, es preciosa.

Ahora miro atrás y me digo –cómo he podido caer en estas cosas, cómo he podido vivir estas relaciones-  dar con personas que poco a poco te van empequeñeciendo hasta que tú misma te crees que no vales. Creo que es una cosa que pasa a muchas mujeres y que es algo que paraliza y de la que es difícil salir.

Ahora estoy optimista, ilusionada con la nueva asociación Proyecto Camino Ilusión, y con ganas de vivir y ayudar a otras personas, siempre se puede sacar tiempo para lo que realmente te importa y te hace sentir bien, siendo yo en cada momento, aprendiendo día a día de todos mis compañeros tanto de Proyecto Camino Ilusión como de CAARFE, seguir siendo una mujer independiente y tomando decisiones. Voy a seguir siendo la misma, voy a pensar primero en mí y a vivir por mí. 

Si estoy bien conmigo misma, voy a poder estar bien con los demás.

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