Vanessa Romero, Trasplantes, Fuera de España, Ecuador.

Hola, soy Vanessa Romero Rosales. Hace aproximadamente 14 años me diagnosticaron insuficiencia renal crónica y hoy les quiero contar la historia de mi segunda oportunidad y de mi cambio de mundo a uno lleno de colores. 

Al recibir esta noticia me sentí devastada y triste porque pensé que todos mis sueños, anhelos y deseos se desvanecían. Los médicos me dijeron que la única manera de seguir con vida era haciendo diálisis 3 veces por semana 4 horas diarias. Al principio fue muy duro acoplarme, eran tiempos en los que sentía que ya nada tenía sentido. Sin embargo, con el pasar del tiempo me acostumbré. ¿Por qué? Porque este tratamiento era mi esperanza de seguir viviendo, de poder estar con mi familia y sobretodo con mi compañero de vida, mi esposo. 

Un día me indicaron que la solución para poder cambiar mi estilo de vida era el trasplante renal. Mi hermana se ofreció voluntariamente a donarme su riñón, pero después de varias pruebas ella no salió compatible. Esto fue muy duro para mi porque me dijeron que tenía que entrar a una lista de espera y así fue, entré en esa larga lista de espera. Estaba destrozada, mi semblante cambió totalmente y bajé mucho de peso. 

Después de varias tormentas llegó el día que dio un giro de 180 grados a mi vida. Me dieron la noticia de que con un exámen llamado aurodinamia podían hacerme el trasplante. Yo sentía que veía una luz muy brillante en medio de la oscuridad. El 23 de febrero del 2021 a las 06:45 am tuve esa llamada que tanto esperaba, una llamada milagrosa en la cual me dijeron que había un posible donador para mi. La emoción fue inmensa, mi corazón no dejaba de latir de emoción, sentía que Dios me daba una segunda oportunidad. Asistí al hospital y después de varias preguntas y exámenes me dijeron "SI, TÚ ERES LA ELEGIDA. A TI TE VAMOS A TRASPLANTAR". Mi cirugía duró alrededor de 8 horas, estuve 2 días en terapia intensiva, 10 días en recuperación en el área de trasplante renal, 9 años de un trasplante bendecido y generoso de Dios y de la familia que donó los órganos de un ángel que está en el cielo para que personas como yo podamos tener una segunda oportunidad.