Clara Martínez, Escoliosis, Asturias, España.

Escoliosis

"Me subí a unos tacones de quince centímetros."

Clara Martínez

Clara Martínez

Imagen de perfil de Clara Martínez, Escoliosis, Asturias, España

M nombre es Clara, nací en Mieres (Asturias); tengo varias patologías pero me centraré en la que más me marcó mi vida, Escoliosis congénita.

Yo nací con una Escoliosis congénita; no puedo decir al igual que otras personas que pueden contar su testimonio de un antes y después de la enfermedad, ya que yo aprendí a vivir con la enfermedad desde que tengo uso de razón.

Sí que hubo una época en la que decidieron intervenirme, entonces sí que cambiaría mi vida. Tuve que volver a aprender caminar de nuevo con trece años; pensé en esos momentos que mi vida se me había acabado, pero cuando llegué a casa después de dos meses de hospitalización ya caminaba un poco y me di cuenta que pasito a pasito volvería a hacer lo que antes hacía.

Cuando cumplí los quince años me subí a unos tacones de quince centímetros.

Quiero y me gustaría con mi testimonio que veáis que todo se puede superar con ánimo, voluntad y mucha fuerza.

Hay que apoyarse en las personas que nos puedan entender; personas que al igual que nosotros tengan una patología, sea la que sea, ya que todos somos enfermas y todas tenemos un denominador común que es, el miedo a que va a pasar más adelante, con que otras trabas nos vamos a encontrar a nivel personal, a nivel laboral y muchas cosas más.

"Todo se puede superar con ánimo, voluntad y mucha fuerza."

Foto de la historia de salud de Clara Martínez, Escoliosis, Asturias, España

No es una persona sola la que padece una enfermedad;  no tenemos que pensar que estamos solas. Hay muchas personas que tienen problemas y nos tenemos que unir para salir del pozo en la que muchas personas se ven metidas.

Yo, como os decía, nací con la patología que os comenté y nunca me vi con un antes o un después pero, independientemente, todas tenemos que coger un camino, una senda e ir cortando arbustos a medida que vamos cumpliendo etapas y años.

Las enfermedades crónicas a medida que vamos envejeciendo no curan e incluso pueden ir a peor, pero tenemos que pensar siempre que al final siempre hay una gran luz.

Siempre tenemos que tener esperanza.

Un beso

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