Silvia Arriola, Dolor crónico (neuropático, inflamatorio y mecánico), Fuera de España, Argentina.

Fui bailarina clásica profesional. Soy sumamente resiliente, y, cuando no tengo síntomas soy muy alegre, perseverante, proactiva y feliz. Ahora, estoy con licencia médica laboral desde el año pasado y mis síntomas son cada vez más invalidantes. Estoy por empezar a tramitar el CUD (Certificado Único de Discapacidad).

A los 15 años, en 1984, tuve un accidente y me golpee la cabeza y el cuerpo se fue para adelante. Unos años más tarde, en enero de 1992, me levanté con una aparente tortícolis. El primer traumatólogo me mandó a hacer RX y me dijo que tenía la columna cervical rectificada. Me dieron 10 sesiones de kinesiología, que luego fueron 20, 30, etc. Me dijo que no tenía NADA, que fuera a ver a un psiquiatra. En esos años recorrí innumerables centros de salud, médicos privados,  dándome múltiples diagnósticos.

Estuve psiquiatrizada toda mi vida con antipsicóticos, a raíz de una internación psiquiátrica. Quise suicidarme porque no soportaba los dolores, pero los médicos interpretaron todo mal. Los antipsicóticos me ocasionaron innumerables efectos adversos, hasta que, en 2021, ya no me hicieron más efecto.

Ah! Fue en 1993 cuando me encontraron dos hernias de disco que no comprimían la médula.

Ahora, desde 2021, los dolores volvieron y cada vez son más invalidantes. Estoy con licencia médica laboral desde el año pasado. Creo que mi psiquiatra quiere probar con ludoxetina y la traumatóloga con tramadol. En la Unidad del Dolor me dieron un tratamiento que nunca me sirvió, pero la médica ni siquiera me escuchó. Me dijo que, si no noto cambios en un mes, vuelva para un bloqueo.