Myriam García, Cáncer de mama, Rioja, La, España.

En enero empezó la quimio. 16 chutes (4 rojas mensuales y 12 semanales), en la segunda ya se empezó a caer el pelo después radio y sigo con terapia hormonal. 

Cuando te dicen que tienes cáncer parece que estás en una película y que todo es mentira, que no te está pasando, pero sí.

Me acordaré siempre del momento de mi ginecólogo de pie diciéndome "no tengo buenas noticias" y yo, diciéndole "tengo cáncer", con mi madre y mi marido a mi lado mirándome y aguantándose las lágrimas. A mí no me salió ninguna en ese momento y dije ¿y qué tengo que hacer?

Y así empieza la noticia de un cáncer: empoderándote, preguntando que hay que hacer, confiando en el protocolo que te van marcando los médicos como en mi caso de operación, quimio, radio, medicamentos o lo que te vayan mandando y por otro lado siendo protagonista de esta historia porque es la tuya, informándote, formándote y haciendo más cosas que simplemente dejarte llevar. En internet hay mucha información y me gustaba leerlo, lo veía necesario para intentar entender mi enfermedad y los síntomas del tratamiento.

En mi caso como digo siempre, lo primero mi oncóloga y otros médicos pero por mi cuenta además del tratamiento, sigo la medicina integrativa,  hago un estilo de vida muy saludable cuidando lo que como, me doy baños de sal cada semana, hago deporte, vivo menos estresada que antes en lo profesional y me dedico más ratos a mi... No sólo hagas caso a tus médicos sino que ve más allá y busca las mejores herramientas alrededor para encontrarte bien. 

También el blog es parte de mi terapia ya que no consideré necesario en su momento ir a psicooncólogos y gracias a lo que voy escribiendo y contando me sirve para ayudar a otras personas y a veces también desahogarme. www.positivitycancer.es 

Respecto a la ayuda en la parte emocional y de donde creo que saqué toda la fuerza para no derrumbarme casi ningún día durante todo el proceso, mi hijo Millán, al que desde el primer día le expliqué todo tal cual era. No importaba lo pequeño que fuera, tenía que explicarle las cosas para que lo viera como un proceso natural.

Estaba cuando me rapé en casa con mis padres, me daba besos en mi cabeza calva, venía a verme al hospital cuando me ingresaron por las quimios...

En el día a día del tratamiento y durante casi el año que dura todo el proceso con quien más conté fue con la incondicional ayuda de mi madre Asun, gracias mamá. Cada vez que lo pienso estoy segura de que sufría al verme pero no se separó de mí ni un momento. Esa parte la echo de menos de verdad. 

También amigos y familia ayudaban con mensajes de ánimo por wasapp y en redes sociales, ya que hice visible toda mi enfermedad y los pasos que iba dando desde el principio. La gente que no estuvo en ese momento, ya sé que no tiene que estar en mi vida, así que también puso a cada persona en su sitio y me enseñó mucho de las relaciones humanas y como la gente actúa. 

El cáncer es una lección de vida impresionante. Aunque sigo con la sensación de tener una "espada de Damocles" en mi cabeza, la experiencia que he pasado, me está haciendo disfrutar todavía más de lo que tengo, especialmente de la salud. También soy más agradecida con todo lo que me rodea. Desde que me levanto agradezco estar viva, salgo a la calle feliz, el trabajo me encanta, no paro de hacer planes con amig@s, viajo lo que puedo...

Sólo tenemos una vida y no somos inmortales. Esto también me lo enseñó el cáncer.

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